miércoles, 7 de septiembre de 2011

Un paso (II)

El segundo capítulo de la historia de Camille Staunton y Cara Rice.





II.Molestia insoportable
Estaba sumamente ofuscada, por un simple voto no había podido sacar adelante la propuesta de remodelación de los jardines, el voto de Cara Rice, al finalizar la hora de tutoría se acercó al pupitre más alejado de la pizarra, al más apartado de todo el aula donde la chica tranquilamente dibujaba sobre el contrachapado. Colocó la hoja que debía firmar frente a su cara y le ofreció su bonito bolígrafo rosado. Cuando Cara lo miró con repulsión rebuscando en su estuche una pluma negra Camille no pudo evitar preguntarse por qué siempre llevaría aquel collar de pinchos y los elaborados anillos que tan solo daban miedo, pero esto dejó de importar cuando vio como la chica tachaba el lugar donde debía ir su nombre anulando el papel entero.
Cara observó divertida como la princesa se ponía roja de ira y comenzaba a hacer una rabieta que muchos bebés habrían envidiado, cuando no pudo aguantarlo más se carcajeó en su cara provocando que las venas del cuello de Camille se hincharan tanto que amenazaran con explotar. Todo el resto de alumnos ya habían salido al recreo de tal forma que Cara pensó en hacer lo mismo así que se levantó abandonando la clase y a la chica que no podía contener su rabia. Como cada día Cara llevaba un libro de más de quinientas páginas en la mano, pues de otro modo se habría aburrido sobremanera, lo abrió exactamente por la página número ciento treinta y siete y comenzó a leer con interés, le importaba muy poco el enfado de Camille Staunton, de hecho se alegraba, tal vez aquella niña tonta aprendiera una buena lección.

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