Aceptación

Corro sin fin,
huyo sin mirar atrás,
y sin embargo mi alma se siente vacía
no entiendo el por qué,
pero no puedo evitar
que la angustia se instale en mi pecho.

Corro sin fin,
pero oigo los paso de mis problemas tras de mi
y no puedo hacer nada para evitarlo.

Entonces me vuelvo
y los enfrento.

Dejo de huir y de correr,
ya estoy harta
y la angustia desaparece,
tornándose un ardor incapaz de detenerse.

Sonrío,
cuando aceptas tus miedos
puedes enfrentarlos,
cuando aceptas tu dolor

eres libre.

Lluna