lunes, 18 de julio de 2011

Un paso (I)

Después de dos mesitos aquí estoy de nuevo, con una pequeña historia en clave de humor, espero que os guste.






I.Odio Profundo


Camille Staunton era la típica niña rubia y tonta, o al menos eso era lo que los demás creían cuando la miraban, pero lo cierto era que Camille era cualquier cosa menos estúpida, de hecho era más inteligente de lo normal para su edad, solo que también era de esa clase de chicas que no muestran su potencial por miedo a ser rechazadas. De esa manera se tenía que guardar el enfado cada vez que alguien le llamaba princesa, lo que le hacía sentir como si no fuera capaz de realizar la más simple de las tareas, pero era de esas otras cosas que no se podían evitar gracias a su empeño por llevar siempre vestidos largos y su manía de rizar cada día su cabello como si de una auténtica princesa antigua se tratara.
Frente a ella, se hallaba Cara Rice, Cara siempre vestía de negro, por supuesto con pantalones no importaba si hacía calor o frío, porque para Cara Rice ponerse faldas equivaldría a morir de una manera lenta y dolorosa. Tenía el cabello ondulado y muy negro, pero pese a lo que habría deseado, su piel era demasiado morena. Era una chica solitaria y callada, demasiado rara como para que Camille le prestara atención, sin embargo Cara nunca perdía detalle de lo que ocurría en la escuela, de hecho si alguien se hubiera fijado en ella se habría dado cuenta de que era más eficaz que una cámara de vigilancia. Le disgustaban muchas cosas, pero lo que realmente detestaba eran las niñas rubias y tontas, por eso desde que Camille Staunton y Cara Rice cruzaron sus miradas, se odiaron a muerte.

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